Hace dos años, dos compañeros del centro estuvimos realizando una serie de experiencias interesantes sobre la implantación de una pizarra digital en las aulas utilizando un sistema basado en los mandos de la Wii y en la construcción de un «boligrafo» de infrarrojos casero. Como experiencia ‘friki’-‘tecno’ fué muy interesante. De hecho creo que notuvo mayor éxito debido principalmente a varias causas: primero el problema que podía desatar en algunos momentos el fallo de la conexión Bluetooth entre el mando y el ordenador; luego estaba la cuestión de la colocación del mando respecto a la pizarra, que requería o una colocación que hacía difícil su encendido, o buscar en cada ocasión su ubicación idónea, que además en el 30% de las ocasiones interfería con la posición de la persona que estuviera escribiendo. De todas formas pienso que todas estas cuestiones puramente técnicas sigo pensando que habría merecido la pena superarlas, pero sólo por una cuestión de coste económico. La PDI basada en el WiiMote saldría por unos 70,00 € mientras que todos sabemso que resto de las soluciones genuinamente escolares de PDI partían de entre los 300,00 € y los 650,00 €.
El descubrimiento de una tableta gráfica relativamente barata (30,00 €) y que permitía utilizar en 90% de las actividades diseñadas para PDI, hicieron abandonar el proyecto. El coste era inferior y además daba una mayor seguridad en su uso a quien no tenga los conocimientos técnicos necesarios para resolver un ‘evento negativo’ en el uso de la WiiMote PDI.
En cualquier caso, pasado estos dos años, hay una cuestión de fondo que me sigo planteando; es evidente que estas PDIs deben incorporarse a las aulas, pero me cuesta cada vez más justificarlas más allá de evitar reacciones alérgicas al polvo de la tiza y de tener las manos resecas por el mismo a todas horas. Está claro que añaden notas de color y que permiten desarrollar con mayor rapidez una serie de tareas que de otra manera serían tediosas por no decir que imposibles utilizando las pizarras convencionales, ya sean de tiza o de rotuladores. Tecnológicamente suponen una mejora de las condiciones de enseñanza en el aula. De lo que no estoy tan seguro es de que supongan una mejora considerable de las condiciones de aprendizaje, al menos si lo que hacemos es simplemente utilizarlas como una pizarra de ‘tiza limpia’.
Detrás de todas estas tecnologías deberá siempre prevalecer la pedagogía; ¿Qué modelo de pensamiento estamos buscando favorecer con las actividades que desarrollamos en la pizarra? ¿Estamos simplemente limitándonos a dar clases ‘instructivo-electrónicas’? … Son algunas de las preguntas que me asaltan.
Los centros educativos tenemos presupuestos limitados, y a veces favorecer una u otra inversión puede conducir a una vía muerta o abrir un mundo de posibilidades. El hecho de haber postpuesto en el centro en el que trabajo una inversión en proyectores y PDIs para favorecer la creación de una red ethernet de calidad en todas las dependencias del mismo creo que es todo un acierto, puesto que se aleja del ‘escaparate’ que supone la introducción de esas aulas multimedia, en favor de abrir verdaderamente una puerta al mundo. Si la WEB 2.0 se caracteriza por la creación de contenidos, creo que el camino correcto es justamente el de favorecer inversiones que instan a esa creación de contenidos. Sinceramente, queda mucho por hacer; hay más inversiones que llevar a cabo, pero sobre todo, lo que hay es que anclar bien la formación que estamos recibiendo, entender en qué consiste realmente esto de traer las ‘nuevas’ tecnologías a las aulas, y a partir de ahí buscar soluciones que nos lleven al cambio del paradigma educativo. Muchas de las viñetas de Néstor Alonso en educ@contic explican muy bien los que quiero decir.
Mientras tanto, por si alguien quiere cacharrear con estas cosas, os dejo el enlace en el que Javier y yo explicábamos como elaborar ese maravilloso rotulador de infrarrojos:
http://www.youtube.com/watch?v=DEZ1XWAgw3w
Si alguien desea más información la puede encontrar en la página del colegio, donde creo que todavía está colgado el manual para hacer estos cacharritos.